LOMLOE
La Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), aprobada en 2020, ha introducido cambios significativos en el sistema educativo. El aspecto en el que nos vamos a enfocar es en su apuesta por la inclusión de la perspectiva de género en la educación.
Pero, para comenzar debemos analizar porque es tan importante valorar este aspecto en las leyes educativas:
El otro día mi profesor de Historia y Corrientes de la Educación nos estuvo hablando de que la escuela era la verdadera creadora del género, porque esta ha ido moldeando los conocimientos y habilidades que correspondían a cada sexo. Tal como señala Silvia Federici (2004), “la división sexual del trabajo no es natural, sino resultado de procesos históricos y culturales que han asignado roles distintos a mujeres y hombres”. Veamos y analicemos este proceso...
Antes de la institucionalización de la educación, la división del trabajo entre hombres y mujeres no era tan rígida como se podría pensar. En muchas sociedades del siglo XVIII ambos sexos participaban en actividades productivas por igual, ya que la supervivencia dependía del trabajo colectivo.
En el siglo XIX, la Ley Moyano fue la primera en decir que todos los españoles y españolas debían recibir educación, aunque había diferencias entre ambas escuelas, ya que todavía no existía la coeducación. Los hombres recibían instrucción en lectura, escritura y cálculo, mientras que las mujeres como decía Amelia Valcárcel “la educación femenina en el siglo XIX tenía como objetivo preparar a la mujer para su papel de madre y esposa, negándole el acceso al saber universal”.
Y así, poco a poco se fueron diferenciando ambos géneros, con ideas preconcebidas sobre cada uno de ellos.
A menudo nos enfocamos únicamente en no cometer errores, pero ¿qué sucede cuando ya se han cometido? En esos casos, lo fundamental es trabajar para corregirlos. A través de ciertas medidas como las llevadas a cabo por la LOMLOE:
- Refuerza la importancia de la coeducación y el desarrollo de valores igualitarios desde las primeras etapas.
- Lenguaje inclusivo en todos los materiales didácticos.
- Planes de igualdad en los centros educativos.
- Eliminación de estereotipos de género en la orientación académica y profesional.
Todas estas medidas reflejan el compromiso de la LOMLOE con la igualdad de género en el ámbito educativo.
Y, así, conforme los niños vayan recibiendo una educación preventiva sobre el tema iremos viendo mejoras, de ahí que el cambio social no sea tan sencillo ni tan rápido como cualquier otro. Ya que debemos borrar esa concepción preconcebida que tenemos.
Otra cosa que hemos visto en Sociología y explica ese lento cambio es que los gustos, preferencias y dinámicas sociales son productos de dinámicas sociales más amplias, por lo que la educación social está incorporada en nosotros. Pierre Bourdieu ya advertía que “no nacemos con gustos, los aprendemos”, y que estos gustos se construyen dentro de un marco social que atribuye valores distintos a lo masculino y lo femenino. Por ejemplo, un chico se puede sentir incómodo con ropa rosa, casi hasta de forma fisiológica porque no está acostumbrado, pero aunque el diga que ese color no le gusta independientemente de su género, esa decisión en la mayoría de los casos, se habrá visto influenciada por esas convenciones sociales de las cuales no nos damos cuenta de que somos parte de ellas.
Y, por tanto, volviendo al tema inicial, para cambiar esa idea preconcebida debemos cambiar todo un pensamiento social, de ahí la dificultad y lentitud de este proceso.
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